Estos obstáculos han sido parte de mi existencia también. Hago este trabajo desde la empatía y la hermandad.

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Siempre he sido muy inquieta y he valorado mucho el sentirme libre. Quizás por eso me fascinó el mundo emprendedor, gracias al cual he podido experimentar la vida en 5 países diferentes. Sin embargo, por mucho que me moviera o hiciera no parecía encontrar aquello que buscaba...y tampoco parecía poder encontrar el botón de 'pausa'. 

 

Un día comprendí que llenar el vacío que sentía con cosas ajenas a mí, es cómo llenar algo con agujeros, necesitaba empezar a hacer las cosas de manera diferente. Mi revolución comienza aquí, cuando cambio el foco de atención de fuera hacia dentro.

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Encontré en el proceso de coaching un refugio, claridad y también el impulso que necesitaba en ese momento. Mi vida ganó intencionalidad y sentido, y de una manera natural a la acreditación de coaching le siguieron otras formaciones referentes al mindfulness y al conocimiento de nuestros distintos cuerpos; el mental, el emocional, el físico y el espiritual. Mis formaciones son mi mayor inversión. Estás ante una versión mía que tiene más paz que la que contaba hace unas lineas…no es gracia divina, es más bien trabajo divino, y sigo en ello, como todo mortal, aunque cada vez me rescato con más facilidad. Así pues, la mala noticia es que la paz interior se trabaja, la buena es que se puede conseguir. 

 

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